martes, 1 de abril de 2014

Hipocresía mediática.

Desde unos meses atrás, hasta luego de las elecciones presidenciales que dieron el triunfo contundente al Profesor Salvador Sánchez Cerén, he sido testigo de algo para mi, insólito. Si es por aquello de el surgimiento de ciertos grupos que pasan a ser actores dentro del que hacer político, denominados como "independientes", independientes según ellos política y partidariamente hablando,  también afirman que lo son económicamente y que no siguen lineamiento de nadie, mucho menos sus acciones son parte de alguna agenda mediática de ciertos grupos que tratan la forma de crear convulsión social y de cierta forma caos en nuestro país.

Yo tengo mis reservas, las tuve desde que vi síntomas de su surgimiento, luego cuando observé su forma de actuar, al ver lo que defendían y lo que criticaban, y sobre todo al notar su capacidad adquisitiva, en relación a la forma en cómo podían pagar esos espacios publicitarios, por toda la ciudad, vayas electrónicas, anuncios en TV, radio, etc. Todo esto, hace que pensemos un poco y nos preguntemos, quien financiaba dichos movimientos y sobre todo sus acciones?

Acaso eran empresarios, interesados en hacer perder a X grupo político de izquierda, teniendo ellos que escudarse tras esos movimientos fachada, que de una u otra forma llenaron el vacío de la derecha obsoleta, con una imagen vista desde el pasado, dañada, negativa, pero con ansias de poder lograr penetrar en los corazones y en las mentes de los salvadoreños, tratando de incentivar y motivar al independiente a votar por ellos, pero con temor de salir a luchar mostrando su verdadero rostro, optaron por llenarse de estos movimientos "democráticos" que hasta un día antes de las elecciones hicieron campaña y pidieron el voto, por todos los medios habidos y por haber, irrespetando la ley electoral.

Hicieron un show mediático, no asumieron un rol pro-positivo, dejaron a un lado lo esencial, la necesidad de renovación no personal, más bien de estrategias. Tomaron como punta de lanza el tema Venezuela, lejos de incentivar para que la gente participara, y motivarlos a que fuesen actores involucrados en el cambio socio-político del país, metieron miedo a la población, la zozobra fue su principal consigna, mintieron sobre el planteamiento de la izquierda, argumentaron falacias desbordantes sin sentido, falacias que muchos creyeron por distintos factores. Observamos jóvenes repitiendo discursos obsoletos, denigrando la figura de un profesor, humillando su imagen, cayendo muy bajo.

 Copiaron la estrategia de Venezuela, sin tomar en cuenta que de Venezuela lo único que tenemos es "esa misma derecha recalcitrante y anti-democrática" cuyo legado es destrucción, violencia y desenfreno. Calcaron la estrategia mediática de Venezuela, a tal punto que en sus cuentas de twitter, solo posteaban tweets sobre dicho Venezuela, lo trascendental fue que dicha estrategia, no cuadro, porque nuestra sociedad es tan distinta a la Venezolana, lo único que lograron fue ser la burla de muchos; un diputado se creía María Corina Machado y otra por ahí Leopoldo López, el candidato creía que era Capriles, pero ni siquiera era líder de su partido, muchos menos de un grupúsculo de una nación. De Venezuela no teníamos nada, pero ellos luchaban por aparentar que si,  en los medios escritos, televisivos, redes sociales, el discurso de los diputados de la derecha era ese, ese que no calo. Hicieron un circo, protestaron, quemaron llantas, golpearon gente, robaron llaves de carros, insultaron, maltrataron perros, tiraron piedras, el Gobierno los dejó hacer de todo, protestaron y no de forma pacífica, argumentando luego de la derrota fraude, sin presentar pruebas reales.

Fue una reverenda "hipocresía mediática" la que monto la derecha salvadoreña, en conjunto con las derechas de otros países. Me dio tanta vergüenza como salvadoreño, mostraron su faceta de anti-democráticos, poro racionales, incoherentes y sobre todo, de violentos.

Luego, llevándosela de pulcros y sensatos, aducieron que el traspaso de gobierno que menos a costado en la historia moderna de El Salvador, era el más suntuoso, y que el nuevo presidente "debería" de prescindir de dichos lujos, demostrando así su coherencia con la realidad económica del país. Por favor señores, no sean inmorales, ustedes bien saben que al menos ahora, gracias a la transparencia con la que se trabaja, ustedes saben esas cifras, peor aún ustedes saben que traspasos anteriores costaron más, ustedes no lo sabían, pero aún lo hubiesen sabido, no hubieran dicho nada.

Espero esta derecha recalcitrante he hipócrita cambie no su discurso, si no, su manera  inmoral de actuar.