domingo, 29 de septiembre de 2013

Política y contexto social.

¿Libertad real o aparente?
Más allá de la cantidad de votos, están las invisibles ideas que imperan y gobiernan nuestras vidas. Se puede, sin manipular las urnas (esto se supone garantizado en el sistema), llegar a manipular los miedos, los prejuicios, los egoísmos y los intereses.
¿De qué sirve la libertad de expresión si no hay libertad de pensamiento, amordazado por la ignorancia o el miedo?
Democracia es el gobierno del “demos” (ciudadanos), pero difícilmente un “demos” ignorante, manipulado o desesperado podrá elegir a quien gobierne con justicia y sabiduría.
Quienes han buscado siempre el interés personal y el propio beneficio sin importarles la manipulación ni el perjuicio ajeno nos han convencido de que con el derecho a elegir
está todo resuelto.
Ciertamente, el ser humano no puede perder su inalienable derecho a elegir. La libertad no solo es un fundamento de la democracia, sino del desarrollo de nuestra condición humana; de ahí la necesidad de fortalecerla. Pero para poder ejercer la libertad necesitamos no solo de un marco de oportunidades que nos permita elegir, sino de unas capacidades con las que saber lo que elegimos y sus consecuencias. Es decir, necesitamos una libertad interior, una capacidad para pensar por nosotros mismos, y el grado de libertad real estará condicionado por el grado de cultura y conciencia en cada uno.
Vuelve el ancestral mito de la caverna del que nos hablara Platón, de quienes hacen de la ignorancia y el embrutecimiento (pan y circo) un instrumento de explotación. A un individuo libre, honrado, culto y dueño de sí mismo no se le puede manipular.
Calidad en los gobernantes
Si queremos un buen gobierno, necesitamos los mejores gobernantes.
Si queremos una buena medicina, necesitamos los mejores médicos; si aspiramos a una buena casa, necesitaremos un buen arquitecto y un mejor constructor… y así con todo.
¿Qué cualificación se exige hoy a los gobernantes? Nada; si acaso, una cierta capacidad demagógica del uso de la palabra y, claro está, los necesarios apoyos, pero no es necesaria una capacitación profesional, técnica y, mucho menos, valores como persona. El ideal democrático aspiraba a que todos tuvieran las mismas oportunidades para llegar a los puestos de responsabilidad, pero no creo que aspirase a que fuésemos gobernados por impresentables.
Por otro lado, si los puestos de responsabilidad, en lugar de contener un cúmulo incontable de privilegios respecto a los demás, fuesen realmente una responsabilidad con su cuota importante de trabajo y esfuerzo, tan solo aspirarían los que tuvieran una verdadera vocación de servicio a los demás, conscientes de que en cualquier otro lugar podrían hallar mayores beneficios personales.
No es de extrañar que cada vez tengamos más gobernantes y cargos públicos, chicos y grandes, que parasitan en un mundo con cada vez menos recursos. Realmente la democracia debería aspirar a necesitar pocos legisladores y escasas imposiciones, tan solo las básicas para asegurar la vida en dignidad para todos, y una buena educación y transmisión de conocimientos y valores mínimos, para que cada cual pudiera ser dueño de sí mismo y de su propio destino.
Nos haría más bien al conjunto de la sociedad que hubiera más científicos, artistas, filósofos, humanistas, deportistas, etc., que aspirantes a dirigir a los demás sin saber dirigirse a sí mismos.
¿Cuándo llegarán los tiempos en que las personas sean destacadas por sus verdaderas cualidades humanas y de ello podamos reconocer a los mejores, en lugar de por sus capacidades mediáticas?
La influencia que ejercen los sabios, científicos, pensadores y buenos profesionales de nuestra sociedad es mínima, pues no siendo ni famosos ni poderosos, significan bien poco en la balanza de poder e intereses actuales.
¿Cómo elegir a los mejores?
Todos estaríamos de acuerdo en que el gobernante debe ser elegido de entre los más sabios, justos y capaces, pero ¿cómo reconocer a quien es el mejor? Obviamente, un sistema democrático justo tiene que contener vías de representación de todos los ciudadanos y mecanismos de control del poder, pero ¿cómo evitar que una masa atemorizada ponga el poder en manos de un tirano o dictador?
Lo cierto es que, si reflexionamos, ningún sistema político nos lo puede garantizar.
Tenemos a los gobernantes que hemos elegido, y más allá de las mejoras del sistema, está el marco de ideas, valores e intereses predominantes en nuestra sociedad, que influye mucho en las decisiones.
¿Y si empezamos a introducir el interés por la calidad, por lo bien hecho, por los resultados sostenibles a largo plazo, es decir, por lo duradero en lugar de por lo de “usar y tirar”?; ¿y si fomentásemos más la cultura que el circo?; ¿y si empezamos a destacar a las personas por sus cualidades humanas y no por sus bienes?
Tal vez cambiando el marco de ideas y valores que nos rigen empecemos a lograr un buen cambio. Como decía Confucio, para mejorar el mundo comienza por mejorarte a ti mismo.
Humanizar el sistema
Tal vez debamos aspirar a una democracia más humana (frente a lo que podríamos llamar una democracia basada en el eje de la economía), una democracia donde gobierne la sabiduría y no la ignorancia, los valores humanos y no la voracidad económica.
Para que haya democracia real el sufragio universal es esencial. La libre elección personal es un derecho fundamental y una necesidad en nuestra realización plena como individuos.
Pero el sufragio universal no garantiza ni la justicia, ni el sostenimiento de la libertad, ni los derechos humanos. No podemos olvidar que fue el sufragio de las mayorías, movidas por la comodidad y el miedo a perder privilegios, lo que levantó a un Hitler.
Será necesario promover, entonces, una calidad humana a través de la educación, que asiente la paz y la justicia en el único lugar donde radica su fuerza, en el seno de cada individuo.
Ya sé que teóricamente esos son los objetivos de nuestras democracias actuales, pero en la práctica esta educación está basada fundamentalmente en la capacitación técnica y productiva y no en la formación humana. Además, los medios de comunicación masivos, regidos por el objetivo de los máximos beneficios, promueven directa e indirectamente el consumo desmedido, el individualismo y la violencia, acabando por influir negativamente en todos.
Palabras como solidaridad, paz, autenticidad, libertad, etc., se utilizan demagógicamente según los intereses, pero muy pocos las respetan y viven, y mucho menos quienes aparecen como más visibles, es decir, personajes públicos, famosos y líderes de audiencia.
Soñar y trabajar por un mundo más acorde con la dignidad humana, decía Stephan Hessel.
Un mundo mejor es posible… y necesario, pero no se puede improvisar ni crear por real decreto. Un mundo mejor nace primero en las ideas y la imaginación, y desde ahí debe expresarse en actitudes y valores que impregnen la vida pública, la educación y el ejemplo cotidiano. Ya ha despertado una necesidad de cambio; comencemos a generar ese cambio en las conciencias y en los actos. Es un cambio lento pero seguro.
Si no somos capaces de generar ese cambio ya, con serenidad pero con constancia, la historia puede derivar por los derroteros violentos de la desesperación y el miedo. En esta encrucijada hay una oportunidad real –como solía decir alguien por ahí– hacia un mundo nuevo a través de un ser humano no solo nuevo, sino mejor.



martes, 17 de septiembre de 2013

La Democracia como fin o medio?

Hablemos un poco sobre que es la Democracia. 
En el seno de esta crisis que ha levantado indignados a muchos jóvenes –jóvenes de espíritu, con sueños y capacidad de rebeldía–, se abre la necesidad de un espacio social para la reflexión, para profundizar sobre nuestra realidad y sobre algunos de los factores que constituyen la naturaleza social y democrática de nuestro mundo actual.
Si ante los problemas acuciantes de la crisis económica, el paro, la instrumentalización de los medios de comunicación o de la política en beneficio de intereses partidistas o financieros; si ante los graves desequilibrios mundiales de las guerras, los desplazamientos de refugiados o la pobreza (solo las 10 personas más ricas del mundo acumulan lo que necesitan los más de 1500 millones de seres humanos que se encuentran en la pobreza); si ante todo esto solo nos quedamos en los efectos y no buscamos las causas, creyendo que con realizar un cambio en el sistema democrático o financiero basta, la crisis con sus consecuencias, aunque fluctúe, no hará sino agravarse. El edificio está en ruinas, el terremoto ha puesto de relieve deficiencias estructurales importantes… y algo más.
Qué duda cabe de que son numerosas las cosas que hay que cambiar en el sistema, y deben cambiarse, pero si afinamos nuestro sentido común, más allá de lo que vemos hay un elemento esencial que está fallando, que se está corrompiendo: se trata del propio ser humano y su escala de valores, sus metas, su calidad humana y su sentido.
Ya sé que en este río revuelto muchos saldrán a proponer sus credos o doctrinas como redentores de los males presentes, ya sean progresistas o conservadores, anarquistas, demócratas, republicanos o monárquicos. Soy filósofo, y como tal no puedo sino ahondar en las raíces del problema, y las raíces casi siempre son humanas. Lo cierto es que es necesario revisar las ideas esenciales sobre las que se construyen la convivencia social y nuestros logros democráticos.
Las crisis suponen una buena ocasión para ahondar en nuestros fundamentos, tomar las riendas y poder reorientar nuestra vida.
Gran parte de los vaivenes sociopolíticos de los últimos siglos se han debatido en el difícil equilibrio entre el Estado y el individuo, entre el deber ante la comunidad y la libertad individual. El Estado no puede anular al individuo, pero sin él las garantías de justicia y equilibrio social, especialmente de los más débiles, se desvanecen en una selva donde el más fuerte tiene libre el territorio de caza. Sin embargo, muy a menudo se nos olvida que la finalidad del Estado es el individuo, las personas y no las instituciones o los sistemas, y que sin el compromiso individual no se construye un verdadero Estado que garantice esa justicia social.
Hoy la economía, la política, incluso la ciencia y la tecnología tratan de justificarse a sí mismas como un fin al que finalmente servimos todos, cuando debería ser al contrario: tanto la política como la economía no deberían olvidar que su fin es servir a todos los seres humanos para darles oportunidades de desarrollo y crecimiento personal en un marco de bienestar.
Viene a mi memoria una frase de Einstein (lo reflejo porque no era político sino científico y humanista), para el que la democracia simboliza el respeto del individuo en cuanto persona: “el Estado no puede ser lo más importante: el individuo creador, sensible, solo de él sale la creación de lo noble, de lo sublime. Lo masivo permanece indiferente al sentir y al pensamiento”.
¿Qué es la democracia?
Las democracias actuales suponen una etapa en el devenir histórico en la que el ser humano reconoce su igualdad esencial con los demás afirmando el valor y dignidad de cada individuo y su necesidad de libertad. Recordemos lo que supuso el paso de las monarquías absolutistas o las dictaduras totalitarias a las democracias.
Sin embargo, el concepto de democracia encierra muy variados significados, que generan marcos diferentes de contextualización.
.- Para la mayoría, la democracia es sinónimo del reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos y la necesidad de que el gobierno sirva a las necesidades de todos.
.- Otros ponen el énfasis en la democracia como el gobierno del pueblo para el pueblo frente al gobierno como medio de explotación de los ciudadanos.
.- Muchos resaltan la democracia como símbolo de libertad.
.- El académico dirá que la democracia es el gobierno del “Demos”, los ciudadanos.
.- Algunos reducen su fundamento al sufragio universal –un ciudadano, un voto–, donde lo mejor es lo que decide la mayoría.
.- Para otros, la democracia es, justamente, el respeto por las minorías y los excluidos.
Y así podríamos seguir resaltando matices de un concepto que, de forma general, ha calado en la conciencia social como un sistema que protege las necesidades y la dignidad de las personas frente a los sistemas que las utilizan y explotan.
Sin embargo, tampoco la democracia por sí sola nos garantiza que no haya manipulación, explotación o engaño, si los que obtienen el poder a través del voto de la mayoría carecen de capacitación, valores o escrúpulos.
Reducir la democracia a la idea de “un ciudadano, un voto” es pobre y nos puede conducir a un estrepitoso derrumbe de los propios valores que la han sustentado.
Valores democráticos, valores individuales
Los sistemas democráticos pueden variar en cuanto a los mecanismos de aplicación de sus principios, pero en todos ellos el espíritu está expresado en lo que llamamos valores democráticos.
Justicia social, igualdad, tolerancia, solidaridad, libertad de opinión y expresión, transparencia, etc., son valores sociales de los que se habla mucho, pero que han de ser vividos por cada uno y correspondidos con una ética cívica individual.
Es en el seno de las democracias donde se promulgó la Declaración Universal de los Derechos Humanos para reconocer el derecho a la dignidad humana por encima de todo, incluso y paradójicamente, por encima del propio sistema democrático, fundamentado en la autoridad de la mayoría.
No podríamos aceptar que ningún Gobierno democrático legítimamente constituido pueda vulnerar los derechos humanos. Pierde su legitimidad. Hay una autoridad por encima de la de la mayoría, y es la de los valores contenidos en la carta magna.
El reconocer esto es determinante para recordar que el sistema democrático debe ser un medio y no un fin.
Además, no podemos olvidar que los sistemas no tienen valores por sí mismos aunque hayan sido concebidos para que sirvan a elevados ideales. Los sistemas políticos son canales para que los valores de las personas que constituyen una sociedad se canalicen eficazmente, pero si se pierden los valores en esos seres humanos, el propio sistema no los puede crear.
La democracia es un sistema, una forma de gobierno; dicha forma está constituida por un material que es el material humano. De su calidad depende la calidad del sistema. Es muy sencillo. Especialmente depende de la calidad de los gobernantes, de su calidad humana (valores individuales) y de su capacitación y nivel de desempeño (capacidad profesional), aunque también para saber elegirlos hará falta no estar ciego o cegado.
Ciertamente, no habrá justicia social sin una ética individual.






domingo, 1 de septiembre de 2013

Diario de un Cínico.


CAPITULO I.

Domingo por la mañana me despierto con esa extraña molestia que carece de sentimiento positivo. Sin dormir bien, desvelado, con deseos de seguir soñando pero a la vez queriendo levantarme para ver que me depara el destino para este nuevo día que inicia de manera un tanto inusual.

A veces cuando veo mi rededor, mi otro yo me pregunta que es lo que opino de todo esto, y solo respondo: "Es una mierda, es nada mas lo que te puedo decir", que a veces quiero estar en esto y a veces no, que quisiera ser un niño pequeño al cual sus padres le resuelven todos sus problemas. Creo bastantemente que si las cosas fuesen de otra manera en esta ocasión no me estaría lamentando por todas estas imposiciones de corte convencional y moral, que sinceramente no me importan, es mas ni quisiera seguir ciertos parámetros marcados por la sociedad sobre realización y cero modestia, es como querer salirme de esto y volar hacia nuevos horizontes donde la perturbación social no llegue, donde esas reglas de comportamiento y de como actuar ante la situación que fuese no existen. Despierto en ese sueño amargo, con ojos rojos, recordando pasados inmemorables de viejas historias en donde yo fui el triunfador, viejas anécdotas de las cuales me siento orgulloso, de aquel pasado de ensueño en donde podía tomar cualquier camino sin necesidad de ser obligado a no tomarlo, saliendo libre y con una gran aventura para plasmarla en cualquier relato.

Lo que si siempre voy a reprochar hasta el cansancio es a esa figura a la cual tanto le temo, a tal punto que solo de pensar en las formas múltiples de como me puede reprimir, me hace llorar, ahorita mismo pienso en ello, me pone triste, ansioso con ánimos de desaparecer y volverme nada y no hablo de fin de la vida, sino mas bien de algo espiritual, como el poder aislarme a la par de una palmera y tomarme todos los cocos posibles; Es incomodo saber que a pesar del tiempo esa figura sigue siendo lo mas amenazante, a lo que mas temo, a la que nunca tendría el valor de desafiar aunque ya lo he intentado, la que marca las reglas, la que me hace y obliga ser como soy, temo y temeré por siempre, hasta que logre mis objetivos y este lejos de la triste realidad que me marca.

Cuando abrí la puerta de mi cuarto hoy me di cuenta que estaba todo igual, que no había nada bueno ni nuevo en mi vida, seguía la triste rutina de todos los días, llenos de nostalgia y de frases de reproche hacia mi ser ulterior; A veces me gusta sentirme mas que importante por el hecho de ser muy "querido" por personas que no me importan, me gusta pensar que esto es distinto, que nadie se ha cansado de mi hasta a fecha, me gusta pensar a veces que soy el todo, que no hay nada mas después de mi, me agrada darme cuenta que desde que era niño era diferente, que me valía todo, que para mi todo era un juego. Ahora la cosa es distinto, por hacer cosas no apegadas a lo que se supone es bueno me han llamado "hijo de la gran puta", me han insultado y mas, me han excluido, se han burlado de mi, me han hecho sentir mal, mas sin embargo, siempre digo que me vale, pues mi ego suele ser de acero.

A veces me siento como el perro que saca las bolsas de la basura y luego se va, solo después de crear ese caos. La basura es el entorno y las bolsas son las personas, pues uno siempre busca algo bello en una persona, de manera sencilla y humilde, cuando se da cuenta que en esa persona no hay nada bueno, pues solo me alejo sin decir el porque. A veces quisiera ser invisible, no quisiera que nadie me saludara, ni siquiera ese al cual le dirijo la palabra pero no si ni siquiera como se llama. Todo en este mundo es una ilusión, todo, hasta yo, no digamos usted, usted que es hipócrita y no le agrada que yo me aleje para evitar su hipocresía. Pienso sin duda alguna que si sigo así voy a terminar viviendo en la mas recóndita soledad, pero acaso no es eso lo que quiero pues? Pues primero digo si, luego reflexiono y digo no se.

Me han llamado cínico por ser sumamente sincero, por no decir ni una mentira piadosa, mas sin embargo me han hecho sentir mal por el simple hecho de si mentir solo para alcanzar los exquisitos labios de aquellas bellas mujeres, de las cuales a varias aun no me puedo sacar de mi mente, sobre todo por aquella que conocí a profundidad en una noche fría de Noviembre, su tímido beso, esa máxima representación de la pureza femenina, esos ojos que brillaban y hacían tono con aquella noche inolvidable. El problema surge cuando las reglas inician a surgir, cuando los parámetros ya no se pueden romper, cuando llegan las malditas reglas, cuando ya no puedo ir y seducir a aquella bella y celestial amiga de sentimientos alocados y nuevas cosas por mostrar. Sentir ese instinto seductor el cual necesita salir pero no puede, el hecho de desear y querer pero no poder.

Me burle una vez de las reglas y la realidad es que hasta la fecha estoy pagando, sigo sucumbiendo cada vez mas, no se hasta donde voy a poder, pues realmente no soy tan fuerte, suelo ser un tanto débil en cuestiones de autoritarismo, moralidad y dureza. Si no entienden es porque no son de este mundo.

Quisiera estar sentado en un lugar alterno, con un buen trago, con mi amigo aquel al que tanto aprecio, con el que tanto me gusta hablar sobre todo, emborracharnos y de forma inconsciente derrochar inmoralidad, como en los tiempos inmemorables cuando las damas dejaban de serlo por la noche y se dejaban llevar por ese espíritu de libertinaje inusual, mostrando encantos y mas. Esas madrugadas en las cuales ni siquiera supimos del porque y como llegamos a ciertos lugares en donde ni siquiera cerraban, en donde podías amanecer derrochando inmoralidad, en donde las reglas eran inexistentes, en donde te convertías en otro, en ese ser de luz, feliz y completo. Si lo sabre yo y mi otro yo.

Un día como hoy, en 2007 me desdibuje y no volví a ser el mismo, por poco me pierdo mi futuro, no se que paso, pero a partir de ese día, la carga es insoportable, temo a que el problema persista, es triste, pero como dice la canción, la vida no es color de rosa.

Que se tiene que hacer en esta vida para lograr ser feliz del todo, como poder ser inmoral sin ser tildado de malo o con calificativos negativos, por parte de inmorales moralistas, faltos de ética. Gente con prejuicios de toda clase, sin vida propia, minuciosos para evaluarte, pero sin el deseo de verificar que es lo que falta en sus incìpidas vidas.   La vida no es como yo creía que seria, es complicada, no hay para donde agarrar, todo te lleva hacia el mismo lugar, no quisiera pensar que esto sera así siempre, pero todo me lleva a pensar que si.

CAPITULO II.

Porque una vez, en una tarde de un día que no me acuerdo, la melancolía se apodero de mi, la tristeza moraba en mi corazón, sollozaba de desconsuelo, pues me encontraba solo en el mundo, alejado de todo vicio, sentí ganas de encerrarme en mi habitación y no salir jamas. Tenia sed de cariño, de ternura, de afecto, quería ser oído; justamente en ese instante aquel bello ser llego a mi vida y me regalo parte de su tiempo, me regalo felicidad, me hizo sentir el ser mas impresionante de la tierra, me supo comprender, hizo la tarde una eternidad, pero no fue suficiente. No fue suficiente y tuve que incurrir en ciertas practicas, tuve que engañar para poder verla de regreso, tuve que inventarme miles de historias para que aquel lucero no dejara de brindarme una pizca de luz a la negra historia de mi triste existencia. Tuve que seducirla con un falaz argumento, por desgracia para ella, cayo. Esa tarde pensé que llovería, parecía que si iba a llover, pero al final no fue así, solo era una tarde de esas grises, tuve la percepción que ese día iniciaría una nueva aventura con aquella bella señorita de dulce mirada y tierna voz, y pues paso, paso como debió de pasar, aunque parezca absurdo esa bella mujer fue capaz de enamorarse de mi en tan poco tiempo, en solo una tarde, pasaron semanas y semanas en las que seguí viéndome con ella, a ella no le importaba que mi intención únicamente estaba motiva por el pleno deseo carnal, por ese deseo que no conmueve sentimentalmente pero que si agobia al cuerpo hasta poder saciar de manera indeterminada, ese momento en donde dos seres que no se aman de forma reciproca se juntan para fingir que ambos sienten lo mismo, pero no, uno lo hace por el simple hecho de satisfacerse.

La vi el martes, pero no fue lo mismo, simplemente la quería dejar de ver, me sentía agobiado por sus proposiciones decorosas de amor y fidelidad, sentí como ella me quería asfixiar, como ella con esas ideas sobre sentimientos y no se que mas, trataba de mantenerme a su lado, sin importarle mis convicciones sobre la libertad y mi forma de sobrellevar las relaciones con mujeres hermosas.

Sentí feo al ver como ella me miraba, como ellas suspiraba por mi, sin saber que únicamente la usaba en ocasiones; como funciona la mente humana, es capaz de engañar y fingir inclusive en situaciones sumamente adversas a la realidad de lo que el corazón dicta, insólito pero cierto, irrelevante para muchos, pero para mi no, porque fui yo quien lo viví en carne propia. Nunca le quise romper su frágil corazón de doncella ardiente, solamente quise disfrutar de sus cálidas mieles de fémina en exceso y con poca cordura.






Episodio de Poemas, Capítulo II.

Para Ti…
Con todo el desprecio y odio que alguien pueda sentir:

La verdad es que no sé como empezar
Pues para ti tengo una palabra como tengo mil
y un millón de formas de definir la herida que dejaste al partir.

Lo cierto es que jamás pensé
que pudiese extrañarte tanto como lo hago hoy,
y de igual forma, jamás pensé que te llegaría a odiar
a tal punto de querer que fueses inexistente.

Ahora entiendo tus complicadas razones
Pero dime entonces ¿Por qué conmigo y no otro?
¿Me tenías una fascinación especial?
¿o simplemente querías ver cuanto resistía mi endeble corazón?

Debí pensarlo entonces
Jamás te fijarías en alguien como yo,
Un ser etéreo, invisible al resto,
En cambio tu con tu magnánima perfección
Y especial forma de ser…

En verdad todo te lo di…
Mi corazón, mi razón y mi amor sin condición
¿Por qué me trataste así?
Que fue lo mal que hice para que te vengaras
Tan cruelmente de mí.

Pero ya todo acabo, si tu le pusiste fin
El día que apuñalaste cruelmente mi corazón
Y ese día maldito yo morí, y tú como estabas
Tan dentro de mí moriste también,
Ahora déjame preguntarte
¿Eres feliz?

Realmente espero que sí…
Y de lo mucho que te tengo que decir
Lo puedo resumir en simples palabras
Gracias, desdichada, me mostraste lo peor de ti
Y destruiste todo el amor que había en mí.

Realizado el 23 de Noviembre de 2008.




Cuando nos separaron:



Cuando nos separamos
En silencio y entre lágrimas,
Con el corazón partido,
Apartándonos por años,
Tu mejilla se volvió pálida y fría,
Más fríos tus besos;
Y es verdad que aquella hora predijo
El dolor de esta.

El rocío de la mañana
Se hundió gélido en mi frente,
Lo sentí como el preludio
De lo que hoy siento.
Tus votos fueron quebrados,
Y ligera es tu fama:
Escucho decir tu nombre
Y comparto su vergüenza.

Te nombran en mi presencia,
Lúgubres voces en mis oídos;
Un estremecimiento en mi camino:
¿Por qué tanto te he querido?
Ellos no saben que te conocí,
Los que te conocen demasiado bien:
Largo, largo tiempo he de arrepentirme de ti,
Hondos pensamientos que jamás diré.

En silencio nos conocimos,
En silencio me lamento
De tu corazón proclive al olvido,
Del engaño de tu espíritu.
Si llegara a encontrarte
Tras largos años,
¡Cómo habría de saludarte!
Con lágrimas y silencio.




Vi Morir el Amor:


Ayer vi morir el amor, cuando caminaba en el frío atardecer que las lluvias de agosto reclamaban.
Vi morir el amor, cuando paseaba por aquellas calles de abrazados y le hacías falta a estos brazos, ahora vacíos.

Vi morir el amor, cuando supe que estabas lejos y quizá ausente.
Vi morir el amor, cuando aquella canción de los dos, dejó de vibrar en mi pecho.

Vi morir el amor, cuando sentado junto al teléfono ansiaba una llamada que nunca llegaría o cuando el correo era ausente y quizá tardío.


Vi morir el amor, cuando paseaba por aquellos rincones de los enamorados y me di cuenta que mi brazo ya no te acompañaba.


Amor imposible:

Este amor imposible...
me ha hecho reflexionar;
me he dado cuenta...
de que éste amor virtual...
es un mundo de ilusiones…
sin dejar ver claro... mi realidad.


Mi realidad es otra,
y no la quiero engañar...
seguiré afrontando mi vida
aunque sea...una vez más.

En un mundo irreal...
me sumergí un día...
y a consecuencia de ello,
están sufriendo tu alma y la mía,
una experiencia difícil de olvidar,
y... que hay personas...
que, pueden pasarlo mal.


Me cuesta escribir lo que pienso...
porque se, que es mi sentencia final...
pero... tengo que ser consciente
de que a nadie quiero dañar.


Un amor, surgido de la nada
un amor... a distancia...
esas consecuencias a veces...
te hacen sufrir, 
se envenena el alma...
y yo... así... no quiero vivir.

Me quedaré en la penumbra...
recordando...
lo que puedo haber sido...

Y... no fue
unos días felices...
que jamás olvidaré.


Vida ingrata ... ésta eres tú,
no me hagas mas daño
deja ya, de hacerme sufrir...
si sabes que es imposible
porque revives en mí...
unos bonitos sentimientos
que nunca... podré compartir.


Lo que fuiste:


Me siento a escribir lo primero que se me venga en mente
y en lo primero en que pienso es en tu recuerdo.
Tu linda cara, tus ojos alegres
y tu sonrisa llenaron mi vida de felicidad.

Fuiste como un bello amanecer, una tierna ilusión,
un fugaz sueño de amor.

Que poco tiempo tuve para mirar tus ojos, pero lo suficiente para alojarlos en mi mente y en mi corazón.
Y es que conocerte a ti y no quererte es como mirar el sol
y vivir en la oscuridad.

Sabes... es difícil comprender que no era el momento o que no eras para mi, pero me consuelan los maravillosos instantes que el tiempo me permitió a tu lado y le doy gracias a Dios por conocerte
y a la vida por darme la oportunidad de amar.

Perdona si he querido llenar de ti el vacío de mi corazón. Pero desde que te conocí tu has vuelto a encender la llama que habías estado apagada por mucho tiempo.

Hoy quisiera fundir mi alma con la tuya, convertirnos en uno solo y aunque no estés a mi lado nunca mas y a pesar de todo el dolor que siento y de que nunca me quisiste...

Siempre, siempre te recordaré
como mi más bella ilusión.


Me heriste:

Una noche fría en nuestra habitación
se confundió el amor con lo material,
tu mirada congeló mi corazón, pero tus palabras como puñal atravesaron mi alma,
no podía creer que tu mi amor me podías secar. Herir sin ninguna forma de volver atrás, tus caricias torpes llegaron tarde ya todo estaba escrito, ni el amor puede sanar una herida así, repetías en vano lo siento, pero ya la suerte estaba echada, hoy no se lo que va ha pasar...