miércoles, 26 de junio de 2013

La participación política de los jóvenes.



Una de mis obsesiones recurrentes, y en este blog lo he comentado repetidas veces, es la participación política de los jóvenes. Una hipótesis que plantee aquí de manera literaria es que el déficit de implicación política de la juventud ha condicionado que hoy día tengamos un entorno político nada favorable, incluyendo un deficiente entramado institucional. Incluso fuera de la épica de refundaciones del Estado el dilema generacional que se plantea sobre la dualidad.

No creo que haga falta desgranar el rosario de datos que señalan que, en la presente coyuntura económica, los problemas estructurales del mercado de trabajo y la carencia casi total de políticas sociales centradas en los jóvenes tienen implicaciones serias. Es evidente que este hecho compromete el crecimiento presente y futuro.

Por lo tanto, todo parece señalar la situación de emergencia de los jóvenes. La pregunta es; ¿Está implicando esto una mayor participación política de los jóvenes o están desmovilizados? ¿Se está transformando esa participación respecto a la que hubo en el pasado? Aquí se confrontan dos posibles explicaciones.

¿La muerte de las ideologías (clásicas)?

Una de las hipótesis generales sobre la participación de los jóvenes es la que se refiere a que el cambio en las estructuras económicas y de clase que se han producido desde los años 70. Hay literatura que señala en una posible erosión en la centralidad del eje izquierda-derecha en su configuración clásica y que ello necesariamente estaría afectando la participación política de los jóvenes. Las transformaciones son relativamente conocidas. El crecimiento de los sectores profesionales “de cuello alto”, el declinar de la industria clásica y el aumento del sector servicios, la pérdida de influencia de los partidos y los sindicatos de clase, la emergencia del eje post-materialista… Estaría causando lo que llamamos un efecto generacional. Esto significa que como los jóvenes nos estamos socializando en este escenario en particular nuestras relaciones con lo político se ven necesariamente afectadas.

En resumen ¿Qué ocurre con la participación política de los jóvenes? Desde luego es una buena pregunta que merece la pena revisitar en el complicado contexto actual. La participación política se está transformando, eso es evidente, y si en un país es urgente una juventud activa.

Simplemente las condiciones objetivas señalan que su implicación puede ser positiva para ellos casi tanto como para el país en el que viven ¿Qué mecanismos son preferidos? ¿Cuáles pueden ser más efectivos? Sobre todas esas cuestiones merece la pena reflexionar y hacer estudios en el futuro.

Es complicado saber qué fue primero, si el desencanto de la juventud o que muchos de los actores institucionales les dieran la espalda. En todo caso, hasta que no recojamos el guante de la participación política no habrá futuro posible.

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