CAPITULO I.
A veces cuando veo mi rededor, mi otro yo me pregunta que es lo que opino de todo esto, y solo respondo: "Es una mierda, es nada mas lo que te puedo decir", que a veces quiero estar en esto y a veces no, que quisiera ser un niño pequeño al cual sus padres le resuelven todos sus problemas. Creo bastantemente que si las cosas fuesen de otra manera en esta ocasión no me estaría lamentando por todas estas imposiciones de corte convencional y moral, que sinceramente no me importan, es mas ni quisiera seguir ciertos parámetros marcados por la sociedad sobre realización y cero modestia, es como querer salirme de esto y volar hacia nuevos horizontes donde la perturbación social no llegue, donde esas reglas de comportamiento y de como actuar ante la situación que fuese no existen. Despierto en ese sueño amargo, con ojos rojos, recordando pasados inmemorables de viejas historias en donde yo fui el triunfador, viejas anécdotas de las cuales me siento orgulloso, de aquel pasado de ensueño en donde podía tomar cualquier camino sin necesidad de ser obligado a no tomarlo, saliendo libre y con una gran aventura para plasmarla en cualquier relato.
Lo que si siempre voy a reprochar hasta el cansancio es a esa figura a la cual tanto le temo, a tal punto que solo de pensar en las formas múltiples de como me puede reprimir, me hace llorar, ahorita mismo pienso en ello, me pone triste, ansioso con ánimos de desaparecer y volverme nada y no hablo de fin de la vida, sino mas bien de algo espiritual, como el poder aislarme a la par de una palmera y tomarme todos los cocos posibles; Es incomodo saber que a pesar del tiempo esa figura sigue siendo lo mas amenazante, a lo que mas temo, a la que nunca tendría el valor de desafiar aunque ya lo he intentado, la que marca las reglas, la que me hace y obliga ser como soy, temo y temeré por siempre, hasta que logre mis objetivos y este lejos de la triste realidad que me marca.
Cuando abrí la puerta de mi cuarto hoy me di cuenta que estaba todo igual, que no había nada bueno ni nuevo en mi vida, seguía la triste rutina de todos los días, llenos de nostalgia y de frases de reproche hacia mi ser ulterior; A veces me gusta sentirme mas que importante por el hecho de ser muy "querido" por personas que no me importan, me gusta pensar que esto es distinto, que nadie se ha cansado de mi hasta a fecha, me gusta pensar a veces que soy el todo, que no hay nada mas después de mi, me agrada darme cuenta que desde que era niño era diferente, que me valía todo, que para mi todo era un juego. Ahora la cosa es distinto, por hacer cosas no apegadas a lo que se supone es bueno me han llamado "hijo de la gran puta", me han insultado y mas, me han excluido, se han burlado de mi, me han hecho sentir mal, mas sin embargo, siempre digo que me vale, pues mi ego suele ser de acero.
A veces me siento como el perro que saca las bolsas de la basura y luego se va, solo después de crear ese caos. La basura es el entorno y las bolsas son las personas, pues uno siempre busca algo bello en una persona, de manera sencilla y humilde, cuando se da cuenta que en esa persona no hay nada bueno, pues solo me alejo sin decir el porque. A veces quisiera ser invisible, no quisiera que nadie me saludara, ni siquiera ese al cual le dirijo la palabra pero no si ni siquiera como se llama. Todo en este mundo es una ilusión, todo, hasta yo, no digamos usted, usted que es hipócrita y no le agrada que yo me aleje para evitar su hipocresía. Pienso sin duda alguna que si sigo así voy a terminar viviendo en la mas recóndita soledad, pero acaso no es eso lo que quiero pues? Pues primero digo si, luego reflexiono y digo no se.
Me han llamado cínico por ser sumamente sincero, por no decir ni una mentira piadosa, mas sin embargo me han hecho sentir mal por el simple hecho de si mentir solo para alcanzar los exquisitos labios de aquellas bellas mujeres, de las cuales a varias aun no me puedo sacar de mi mente, sobre todo por aquella que conocí a profundidad en una noche fría de Noviembre, su tímido beso, esa máxima representación de la pureza femenina, esos ojos que brillaban y hacían tono con aquella noche inolvidable. El problema surge cuando las reglas inician a surgir, cuando los parámetros ya no se pueden romper, cuando llegan las malditas reglas, cuando ya no puedo ir y seducir a aquella bella y celestial amiga de sentimientos alocados y nuevas cosas por mostrar. Sentir ese instinto seductor el cual necesita salir pero no puede, el hecho de desear y querer pero no poder.
Me burle una vez de las reglas y la realidad es que hasta la fecha estoy pagando, sigo sucumbiendo cada vez mas, no se hasta donde voy a poder, pues realmente no soy tan fuerte, suelo ser un tanto débil en cuestiones de autoritarismo, moralidad y dureza. Si no entienden es porque no son de este mundo.
Quisiera estar sentado en un lugar alterno, con un buen trago, con mi amigo aquel al que tanto aprecio, con el que tanto me gusta hablar sobre todo, emborracharnos y de forma inconsciente derrochar inmoralidad, como en los tiempos inmemorables cuando las damas dejaban de serlo por la noche y se dejaban llevar por ese espíritu de libertinaje inusual, mostrando encantos y mas. Esas madrugadas en las cuales ni siquiera supimos del porque y como llegamos a ciertos lugares en donde ni siquiera cerraban, en donde podías amanecer derrochando inmoralidad, en donde las reglas eran inexistentes, en donde te convertías en otro, en ese ser de luz, feliz y completo. Si lo sabre yo y mi otro yo.
Un día como hoy, en 2007 me desdibuje y no volví a ser el mismo, por poco me pierdo mi futuro, no se que paso, pero a partir de ese día, la carga es insoportable, temo a que el problema persista, es triste, pero como dice la canción, la vida no es color de rosa.
Que se tiene que hacer en esta vida para lograr ser feliz del todo, como poder ser inmoral sin ser tildado de malo o con calificativos negativos, por parte de inmorales moralistas, faltos de ética. Gente con prejuicios de toda clase, sin vida propia, minuciosos para evaluarte, pero sin el deseo de verificar que es lo que falta en sus incìpidas vidas. La vida no es como yo creía que seria, es complicada, no hay para donde agarrar, todo te lleva hacia el mismo lugar, no quisiera pensar que esto sera así siempre, pero todo me lleva a pensar que si.
CAPITULO II.
Porque una vez, en una tarde de un día que no me acuerdo, la melancolía se apodero de mi, la tristeza moraba en mi corazón, sollozaba de desconsuelo, pues me encontraba solo en el mundo, alejado de todo vicio, sentí ganas de encerrarme en mi habitación y no salir jamas. Tenia sed de cariño, de ternura, de afecto, quería ser oído; justamente en ese instante aquel bello ser llego a mi vida y me regalo parte de su tiempo, me regalo felicidad, me hizo sentir el ser mas impresionante de la tierra, me supo comprender, hizo la tarde una eternidad, pero no fue suficiente. No fue suficiente y tuve que incurrir en ciertas practicas, tuve que engañar para poder verla de regreso, tuve que inventarme miles de historias para que aquel lucero no dejara de brindarme una pizca de luz a la negra historia de mi triste existencia. Tuve que seducirla con un falaz argumento, por desgracia para ella, cayo. Esa tarde pensé que llovería, parecía que si iba a llover, pero al final no fue así, solo era una tarde de esas grises, tuve la percepción que ese día iniciaría una nueva aventura con aquella bella señorita de dulce mirada y tierna voz, y pues paso, paso como debió de pasar, aunque parezca absurdo esa bella mujer fue capaz de enamorarse de mi en tan poco tiempo, en solo una tarde, pasaron semanas y semanas en las que seguí viéndome con ella, a ella no le importaba que mi intención únicamente estaba motiva por el pleno deseo carnal, por ese deseo que no conmueve sentimentalmente pero que si agobia al cuerpo hasta poder saciar de manera indeterminada, ese momento en donde dos seres que no se aman de forma reciproca se juntan para fingir que ambos sienten lo mismo, pero no, uno lo hace por el simple hecho de satisfacerse.
La vi el martes, pero no fue lo mismo, simplemente la quería dejar de ver, me sentía agobiado por sus proposiciones decorosas de amor y fidelidad, sentí como ella me quería asfixiar, como ella con esas ideas sobre sentimientos y no se que mas, trataba de mantenerme a su lado, sin importarle mis convicciones sobre la libertad y mi forma de sobrellevar las relaciones con mujeres hermosas.
Sentí feo al ver como ella me miraba, como ellas suspiraba por mi, sin saber que únicamente la usaba en ocasiones; como funciona la mente humana, es capaz de engañar y fingir inclusive en situaciones sumamente adversas a la realidad de lo que el corazón dicta, insólito pero cierto, irrelevante para muchos, pero para mi no, porque fui yo quien lo viví en carne propia. Nunca le quise romper su frágil corazón de doncella ardiente, solamente quise disfrutar de sus cálidas mieles de fémina en exceso y con poca cordura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario