Siguiendo con lo que ya había escrito sobre participación de jóvenes en política partidaria, como nuevas formas o agrupaciones dentro de partidos políticos en El Salvador, como verdaderos actores de cambio, motivados por ideales evolutivos propios de una mente joven, y no por otros elementos motivadores como el dinero o una plaza laboral patrocinada por el mismo partido como suele suceder, en muchos partidos dirigidos por "picaros" y añejos actores (Malos) dentro de la política en El Salvador, y no lo recalco con nombre, porque ustedes saben quienes son los que practican esas bochornosas actividades, que menoscaban la imagen de la "política" como tal, deformándola a tal punto que se llega a desconocer y mas bien equivocadamente, se asimila como política partidaria, cosa muy distinta.
Esos viejos políticos que jamas piensan dejar sus cargos, esos dirigentes que ni siquiera piensan en otorgar espacios a jóvenes con ideas pro-positivas, innovadoras, de corte evolutivo, y me refiero aquellos, que ni siquiera piensan en abrir espacio y darle una cuota a los jóvenes para que puedan inclusive ser parte de concejos municipales; Por otra parte, hay otros partidos que de manera hipócrita abren espacios a jóvenes, que de una manera equivocada, siguen estando a favor de las distintas formas de hacer política de los que controlan el partido, es decir, muchachos que no son tomados en cuenta, a la hora de querer aportar una idea solida, puesto que únicamente esta ahí, para demostrar una imagen distinta del partido que representan.
Un Modelo Alternativo de Juventudes:
Esta crítica, que se fundamenta en evidencia anecdótica, creo que está bastante extendida. Yo, que personalmente estoy a favor de la participación política de los jóvenes, siempre digo que lo que se debería hacer es apuntarse directamente al partido; se debe pugnar por los cargos y las ideas desde allí, desde donde se manda. Ahora bien, entiendo que una crítica a este planteamiento está ligada con la correlación de fuerzas de los jóvenes.
Si asumimos una distribución homogénea de jóvenes en todas las agrupaciones de "X" partido, es posible que ellos, además de ser pocos, dispersen su voto y sean igual de irrelevantes. Por lo tanto, se me puede decir que las juventudes son útiles para agrupar los votos de los jóvenes y que tengan un peso organizativo que, por separado, no tendrían.
Creo que variará de manera importante por tamaño del partido y juventud de sus votantes/ bases, pero asumamos que es cierto. En tal caso, agrupar a los jóvenes es útil para maximizar su poder orgánico aunque la hipótesis entonces es que este poder estaría siendo desviado por aquellos miembros dirigentes que son cazadores de cargos. De ser esto así, con un reemplazo en los jefes de juventudes es difícil solventarlo: otro ocupará su lugar. Lo que haría falta es un cambio mucho más amplio en la cultura organizativa. Mi idea sería conseguir que las juventudes dejaran de servir como una correa de transmisión y una coalición de jóvenes cambiaran su orientación para servir como un actor de cambio joven dentro de los partidos.
Esta idea, creo que deseable pero un punto ilusa, supone una inversión del modelo de juventudes y hacer de ellas un agente político autónomo, con intereses bien diferenciados, al margen de los dictados de la matriz. Implica, en definitiva, convertir a las juventudes de un partido en algo más que élites socializadas para la sumisión. Sin embargo, es posible que por la edad en la que se participa en juventudes (desde temprano) sea difícil que pueda formarse una coalición de este tipo. Los únicos que disponen de la habilidad, los recursos y el conocimiento son justamente los que están bien situados para promocionar con este sistema perverso. Sin embargo, aunque solo sea como tipo ideal, si militantes de las juventudes de un partido se lo plantean en estos términos quizá su organización tenga algún sentido. Tienen que decirlo bien alto y claro: “No queremos gente joven defendiendo la vieja política. Queremos gente joven defendiendo la nuestra.”
Este es mi espacio personal, me gusta compartir lo que escribo, lo que pienso, creo que con esto aporto un poco, el dinero, no me inspira, no me hace falta, porque nunca lo he tenido.
No solo nuestro físico tiene que ser joven, sino también nuestra mente y con ella nuestras ideas. Concuerdo contigo en que un joven no debe vestirse de política partidaria, sino de política en su esencia.
ResponderEliminarMuy cierto todo lo que has compartido, me alegro que este tipo de materiales se lleven a cabo porque muchos jóvenes aún siguen ciegos y no quieren darse cuenta que el problema de la política partidaria actual es algo tan trillado que a pocos convence, queremos cambios verdaderos que vayan más allá de las simples promesas de los mismos de siempre, queremos nuevos rostros, mentes frescas, optimistas y luchadoras.
ResponderEliminar